- Ser autónomo: con habilidades sociales, capacidad para resolver conflictos, gestionar, planificar y decidir de manera asertiva, con la suficiente flexibilidad para redireccionar los planes de acuerdo a las oportunidades de mejora.
- Ser crítico-reflexivo: que sea capaz de construir y expresar sus pensamientos y opiniones, sin desconocer sus emociones y las de los demás.
- Ser espiritual: es decir, con bases para conectar con los aspectos importantes en su vida, de manera que logre crecer y elevar su espíritu ya sea desde experiencias religiosas y no religiosas.
- Ser comprensivo, solidario y tolerante: que le posibilite mantener una interacción armoniosa con su entorno social, cultural y natural, respetando sus valores, raíces y tradiciones, convirtiéndose en constructores de paz.
- Ser creativo, innovador y emprendedor: que le permita adaptarse y afrontar los desafíos derivados de la globalización.
- Ser participativo: que tenga la actitud de integrarse positivamente en las actividades de la vida escolar, familiar y de su comunidad.
- Ser disciplinado: es decir, ser constante, respetuoso, responsable, eficiente y eficaz.
- Ser democrático: que esté consciente de sus derechos, deberes y responsabilidades, participando activamente de actividades de orden comunitario, municipal, regional y nacional haciendo uso pleno de su libertad.
- Ser competente, hábil y conocedor: es decir, que tenga las destrezas necesarias para acceder a los distintos niveles de educación superior y a la vida laboral, influyendo en la transformación del entorno.
